En agosto, Venezuela experimentó una disminución en la producción de petróleo debido a los desafíos operativos a los que se enfrentaron los mejoradores de crudo: la producción promedio disminuyó a 730,000 barriles por día (bpd), una caída con respecto al promedio de julio de 772,000 bpd.
La industria petrolera en Venezuela enfrenta varios desafíos que han disminuido significativamente la capacidad de producción: problemas de mantenimiento y escasez de diluyentes han provocado que varios mejoradores estén fuera de línea, lo que ha llevado a una disminución del 38% en las exportaciones.
A pesar de enfrentar sanciones de Estados Unidos, Venezuela busca el apoyo de aliados internacionales como Irán y China, lo que podría llevar a una renovación de la inversión china. Sin embargo, es probable que cualquier nueva asociación requiera la aprobación del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
El senador estadounidense Marco Rubio instó a la Casa Blanca a mantener las sanciones a Venezuela en medio de la visita del presidente Maduro a China. Mientras tanto, la refinería de Cardón reanudó sus operaciones, mientras que los acuerdos de intercambio de PDVSA con Eni y Repsol mejoran las actividades de refinación.
Este último desarrollo significa que Caracas ahora podrá recibir combustible y productos refinados, lo que marca un posible punto de inflexión en las luchas económicas del país.
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